lunes, 8 de agosto de 2011

Montblanc por Gouter

 Llegamos el sábado con nubes y chubascos, asi que no vimos nada de los Alpes desde abajo, dormíamos en el albergue Fagot-Gite, en Les Houches, un lugar muy confortable regido por nuestro colega Olivier, que habla un español afrancesado muy gracioso. Compras en el super y a diseñar la estrategia de subida y las previsiones de tiempo.
 Al día siguiente compramos el gas en Chamonix y salimos hacia Belleveu totalmente equipados en el teleférico que nos dejaba a 1800m, las previsiones nos garantizaban una ventana de buen tiempo para el lunes-martes después empeoraba de nuevo así que salimos cortando.  Como el tren cremallera está cerrado subimos andando hasta el Nido de Águila (2380m) y esa noche dormimos a 2800m en el refugio no guardado de Les Ronhes (ahorrándonos montar tienda).
El lunes salimos encaminados hacia Gouter, pasando primero por el refugio de Tete Rouge con su peligroso paso de la bolera (en muy buen estado por la cantidad de nieve caída) pero siempre peligroso, de hecho un par de días después murió allí un montañero francés.  A continuación afrontamos las últimas trepadas duras de la arista que sube a Gouter.  Por fin a mediodía llegamos a Gouter (3800m) nos dirigimos a la zona de acampada y empezamos a cavar nieve para nivelar la tienda; a esa altura ya se notan los esfuerzos cavando y sin una aclimatación previa, el esfuerzo pasa algo de factura traducido en malestar y dolor de cabeza; suerte que al descansar un poco y beber calditos se nos pasa el vinagre y nos recuperamos totalmente. Allí echamos la tarde en las tiendas de campaña muy bien con sol y poco viento, pero con el nerviosismo de la inminente salida a cumbre.



 A las 8 ya estábamos durmiendo y a las 1:30 de la mañana del martes ya estábamos desayunando, hay viento pero no hace demasiado frío, unos menos 8 grados calculo de sensación térmica. A las 3 salimos caminando todos menos un compañero que no se encontraba con fuerzas suficientes y decidió quedarse en las tiendas.  En medio de la noche se vislumbra una serpiente de frontales que se encamina hacia la cima, hemos tenido varios días de mal tiempo y se avecinan otros tantos asi que la gente sabe que es el día para hacer cumbre o te vas a casa con las mismas que viniste.
 Las primeras rampas duras pero como es de noche parece que psicológicamente se lleva mejor; el ritmo es bueno, subimos tranquilos pero con pocas paradas intentando no acelerar las pulsaciones ya que sabemos de nuestra poca aclimatación.  A las 6 llegamos al refugio de Vallot a 4362m, paramos a descansar dentro y alucino con la cantidad de gente machacadísima que hay sentados, manos en la cabeza, mareados y con evidentes síntomas de mal de altura...por suerte en general nuestro grupo se encuentra bien y en seguida volvemos a salir camino cumbre. Solamente queda la mitad!!!
El amanecer nos muestra lo mejor y lo peor de esta cima…la grandiosidad de este macizo al amanecer con la propia sombra del Mont Blanc proyectada en el valle, se ve empañada por la hilera de cordadas y el gentío que intenta subir…me doy cuenta de que no estoy acostumbrado a este tipo de cima masificadas, pero el pulso lo gana la montaña y me olvido de todo lo demás…disfruto de la subida a cada paso. El viento del amanecer empieza a arreciar con fuerza…sobre todo en la expuesta arista de Bosses…ya queda poco y ponemos el máximo de atención en los cruces con las peligrosas cordadas regidas por guías y gente con muy poca experiencia que respetan muy poco al resto de montañeros.

 Últimas rampas y cima!!!...4810m!!...el esfuerzo ha merecido la pena; tenemos un día espectacular en cima con frío pero asequible, nos permite estar casi 45 minutos disfrutando de las vistas y de las fotos, vemos perfectamente el lago Lemman en Suiza y a lo lejos el precioso Cervino, mas cerca infinidad de valles y glaciares, la ruta de los cuatromiles con el Maudit y el Tacul, la Aiguille du Midi y como no la anisada Aiguille Verte, posible nuevo reto alpinístico.

La vuelta se hace dura por la alta temperatura, el cansancio acumulado y los efectos de la altura y a las 11 estamos de nuevo en Gouter…descansamos un ratillo, recogemos todas las tiendas y empezamos a bajar con el objetivo de perder toda la altura posible.

Muy cansados llegamos de nuevo al refugio de Les Ronhes a 2800m y decidimos pasar allí la noche, las previsiones se cumplen y 10 minutos después de llegar se desata un tormentón increíble, buena elección pasar allí la noche.
Al día siguiente  de vuelta por el glaciar hasta el albergue a ver a nuestro colega Olivier, duchaza merecida, comilona y celebración
El jueves lo dedicamos a ir de compras por Chamonix, poco se puede hacer con los aguaceros que nos están cayendo pero el viernes parece que mejor algo y nos aventuramos a la impresionante Mer de Glace, subimos en el tren cremallera de Montenvers y nos marcamos una jornada de escalada en hielo en las grietas marginales, es un glaciar impresionante que sobrecoge.


Al día siguiente unos cuantos continúan la compras por el pueblo y otros decidimos dejarnos los cuartos y subirnos a la Aiguille de Midi (3800m) bajando por la expuesta arista hasta el valle Blanche donde no se permiten fallos si te tropiezas vas a parar 2800m mas abajo a las terrazas de los bares de Chamonix….y fué allí donde me di cuenta que no siempre ir encordados hace la actividad mas segura; en la misma arista nos cruzamos con una cordada de tres que llevaban tres metros de cuerda arrastrando y medio enredada en los crampones y un último de cordada que llevaban arrastrando sin fuerzas y que le fallaban los pies…menudo sitio para tropezarse!!! En el momento del cruce el hombre tropezó y se vino hacia mí…le dije de todo.

Luego, el sábado de vuelta a Ginebra, cena en el aeropuerto y a dormir tirados en el suelo hasta a las 5 de la mañana más o menos...después cogimos el avión y cada oveja a su redil, lo importante por este orden es que todos estamos bien y la actividad fue un éxito

Roberto García






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